LA TEORIA DEL ETIQUETAMIENTO, DE LA REACCION SOCIAL O DEL “LABELLING APPROACH”.
Como ya se ha expresado, esta concepción afirma que la conducta delictiva es el resultado del proceso de “rotulación” o “etiquetamiento” que efectúa la misma sociedad, y no una enfermedad o degradación de ella. En las siguientes líneas intentaremos desarrollar sus fundamentos más importantes.
Principales Antecedentes.
Tiene sus antecedentes en dos tendencias de la sociología norteamericana:
a) Interaccionismo simbólico,
b) Etnometodología.
-El Interaccionismo Simbólico, considera que la realidad social se forma por interacciones concretas entre individuos, a quienes un proceso de tipificación confiere un significado que es abstraído de las situaciones concretas y se extiende por medio del lenguaje.
Esta corriente, fundamentada al igual que las anteriores en la filosofía fenomenológica, pone énfasis en la interacción de los individuos y en la interpretación de estos procesos de comunicación. De tal manera, no presta mucha atención a las estructuras sociales, a los sistemas y a las relaciones funcionales, sino al mundo de significados de los símbolos dentro del cual actúan los sujetos.
El método está basado en la interpretación de las acciones a partir de los elementos que se encuentran en la situación social a estudiar. Los fundadores más importantes son: Cooley (1909 Social organization), George H.Mead (1934, Mind, Self and Society), Blumer (1969, Symbolic interaccionism, perspectiva and method), y Thomas (en: Zllderveld, 1973, De theorie van bet symbolisch interaccionisme).
Los fundamentos teóricos más importantes son:
• La alienación del sentido de la comunicación cotidiana, contraria a la búsqueda de identidad y del importante papel que juega en la sociedad la empatía (capacidad de ponerse en el lugar de otro).
• La realidad social se explica a través de las interacciones de los individuos y grupos sociales (en este sentido se opone al determinismo social). Para interpretar la actuación de los grupos e individuos no es suficiente estudiar su comportamiento visible, sino también es relevante considerar su conciencia y sus pensamientos como parte de sus actuaciones (contrario al conductismo).
Esta visión está basada en la concepción teórica del hombre, a la vez producto y productor de su realidad social. La interpretación, el sentido de las acciones, es resultado de las interacciones que tienen una intencionalidad y un objeto; este sentido es objetivo en la medida en que la interpretación es intersubjetiva. Se llega a la interpretación de que una situación es real si los involucrados la definen como tal (pragmatismo). Los hombres construyen la verdad, es decir, la verdad no existe, por sí como tal.
El método de esta corriente se puede caracterizar como el estudio de los casos comparativos (véase Glaser y Strauss, 1967). No parte de teorías globales, sino de conceptos relevantes para analizar los casos particulares. A través de las investigaciones comparativas y de la visión y conceptualización precisas, se intenta construir teorías que sean relevantes para las acciones participativas.
El interaccionismo simbólico busca, más que los dos métodos anteriormente mencionados, conjugar la teoría analítica deductiva y la investigación empírico-inductiva, procurando investigar la realidad en su complejidad sin reducirla a lo que el investigador científico" cree como esencial. No obstante, el énfasis queda en los procedimientos inductivos del método empírico. El mismo trabajo de investigación es una interacción simbólica entre el investigador y los sujetos de la investigación. Esta concepción se desarrolló con los aportes de Herbert Blumer y sus colegas de la llamada Escuela de Chicago. Los interaccionistas simbólicos consideran que el ser humano es básicamente distinto del resto de los animales. Mientras que los animales actúan en respuesta a otros objetos y acontecimientos a partir del instinto o del condicionamiento previo, los seres humanos adoptan una actitud o comportamiento sobre los objetos a partir de los significados que estos objetos tienen para ellos. Los significados surgen a través de la interacción social con los demás. Los significados son comprendidos como productos sociales. La conducta humana no es causada de un modo determinado predefinido por fuerzas internas. La conducta es causada por una interpretación reflexiva y derivada de la cultura de los estímulos internos o externos presentes. Sin duda es G.H. Mead el sociólogo más destacado de esta tendencia, entre otras cosas porque rompió con las nociones mecánicas y pasivas del yo y de la conciencia. Para Mead tanto el yo como la conciencia son creaciones sociales de la vida cotidiana. Mead estaba preocupado por analizar las pautas de interacción, los actos sociales que constituían la base de la sociedad humana. La realidad no es un dato fijo sino que es cambiante a medida que los actores crean nuevos roles y nuevos significados, definiendo su situación de diferentes maneras, todas las cuales son reales para ellos.
Blumer ha criticado el empleo exclusivo de variables en la investigación social, lo que reduce los sujetos a factores en vez de actores que construyen o dan sentido a su realidad social en términos pluriformes y dinámicos.
- Por su parte, la Etnometodología, o Interaccionismo Neosimbólico, considera que los significados del comportamiento son construidos y reconstruidos
por el hombre común durante su quehacer cotidiano. La realidad social es producto de esta “construcción social”.
Este enfoque hace hincapié en la interpretación y también en la transformación de la realidad social y en el actuar creativo de los sujetos.
La etnometodología es especialmente desarrollada por Garfinkel (1967: Studies in Ethnomethodology) y Cicoruel (1964: Method and measurement in sociology) y está enfocada a las maneras en que la gente comparte (en el sentido comunicativo) los hechos, procesos y acontecimientos sociales.
El énfasis en los estudios etnometodológicos se centra en los acontecimientos cotidianos y las influencias del conocimiento común en las ciencias humanas.
Las investigaciones en este contexto se realizan a nivel micro y parten del supuesto de que el comportamiento humano es, en gran medida, racional. El interés no se halla en el análisis funcional de las normas sociales, sino en los procesos en los que la gente organiza sus actuaciones en la vida cotidiana.
Se intenta analizar el sentido del comportamiento y las relaciones socio-culturales de las expresiones, normas, reglas y códigos que emplea la gente. Las personas emplean el lenguaje cargándolo de sentido; no se socializa únicamente, sino "crea" acciones en un contexto social. La producción y la reproducción de las relaciones sociales también en la forma institucionalizada de las organizaciones, conforman los procesos centrales de estudio. Esta es más notable en los trabajos de Berger y Luckman, (en: Turner, R. Ed. 1974. Ethnomethodology selected readings) quienes caracterizan los procesos de institucionalización en la sociedad como dialécticos. Ellos indican la relación estrecha de la cultura (religión, lengua, arte) con los cambios en la sociedad global. En este sentido la etnometodología cobra importancia para el estudio de la educación de adultos en los procesos de desarrollo en las sociedades latinoamericanas.
La etnometodología se preocupa por descubrir los procedimientos que utilizan los actores para hacer el mundo inteligible. Es el estudio del cuerpo de conocimientos de sentido común y de la gama de procedimientos y consideraciones por medio de
los cuales los miembros corrientes de la sociedad dan sentido a las circunstancias en las que se encuentran, hallan el camino a seguir en esas circunstancias y actúan en consecuencia. Los etnometodólogos se centran en la acción, acción a la que conciben en tanto implica y entraña un actor reflexivo. Critican algunas teorías sociológicas, por ejemplo, el funcionalismo estructural y el marxismo estructural, que consideran al actor como un "imbécil desprovisto de juicio". Se puede comprender en qué consiste la Etnometodología a partir de la definición de Garfinkel, quien considera que los hechos sociales constituyen el fenómeno sociológico fundamental, sin embargo, estos hechos difieren considerablemente de los de Durkheim. Para este último los hechos sociales son externos y coercitivos para los individuos. Para Garfinkel los hechos existen a nivel micro. La etnometodología se ocupa de la organización de la vida cotidiana. Los hechos sociales son el resultado del esfuerzo concertado de las personas en su vida cotidiana. El orden social se deriva, al menos parcialmente, de la reflexividad (término que debe entenderse como el proceso en el que estamos todos implicados para crear la realidad social mediante nuestros pensamientos y nuestras acciones) de las personas. Es decir, los etnometodólogos rechazan la idea de que el orden se deriva meramente de la conformidad a las normas. Es la conciencia del actor de sus opciones, así como su capacidad de anticipar cómo van a reaccionar los otros a lo que ellos dicen y hacen, lo que dispone el orden en el mundo cotidiano.
Los sociólogos acuden a su interior para analizar qué procesos tienen lugar. El método de investigación más utilizado es la observación participante. Al contrario que el cuantitativismo funcionalista considera como no-real lo cuantificable. Rechaza, por considerarlos reificantes, los análisis macrosociológicos.
Una de las críticas a la etnometodología es que no logra cuestionar el orden y los conflictos sociales de los sistemas existentes. La decodificación de la información de los individuos no conduce a la explicación de los procesos sociales. Con el método participativo comparte la crítica a los métodos burocráticos y estadísticos y
a la pretensión de la interpretación de realidades desconocidas, a través de un lenguaje sofisticado que, muchas veces, está lejos de entender la problemática de los grupos investigados. Por otra parte tienen diferencias, por su empleo de procedimientos exclusivamente inductivos, su carácter funcionalista y su renuencia a la teoría para lograr la praxis.
-Por su parte, FRANK TANNENBAUM acuñó el término “dramatizacion of evil” (“dramatización de la realidad”) que designaba la manera en que se aplicaba públicamente a un persona una etiqueta deshonrosa. Este proceso de reacción social determina futuros comportamientos y además condiciona el concepto que el sujeto se forma respecto a su papel en el sistema. Las reacciones y definiciones sociales sobre ciertas formas de conducta son indispensables para el surgimiento del comportamiento desviado, que se modela a través del conflicto de valores que se produce entre quien rompe las reglas y el resto de la comunidad.
-A su vez, Edwin LEMERT realiza un importante aporte a estas Teorías, al considerar que la asignación de un significado antisocial o desviado a un acto determinado se producen por interacción informal o a través de instituciones formales de control social. Existe una desviación “primaria” que por los procesos estigmatizantes subsiguientes se convierte en una desviación “secundaria” como medio de defensa, ataque o adaptación ante los conflictos creados por la reacción de la sociedad oponiéndose a la primigenia desviación. Son pues, fundamentalmente dos las cuestiones: primero, como surge el comportamiento desviado, y segundo, como se ligan simbólicamente los actos desviados, y cuales son las consecuencias para la posterior conducta del sujeto. La reacción del entorno negativa hacia su conducta, origina que el individuo finalmente se identifique con el papel que el entorno le ha otorgado, e inicie su carrera delictiva.
Cesare Lombroso y la teoría del criminal nato
No es bueno juzgar por las
apariencias, pero hay personas que a primera vista nos parecen peligrosas. En
el siglo XIX, el científico Cesare Lombroso desarrolló una teoría que define a
posibles delincuentes por algunos de sus rasgos físicos.
Cesare Lombroso, un criminólogo y
médico italiano nacido en 1835, fue uno de los precursores de la criminología
moderna en cuanto a que se puede nacer predispuesto a ser un criminal por
causas biológicas. Su legado continúa presente, aunque sus estudios y
publicaciones causaron y siguen causando bastante polémica.
Cesare Lombroso y sus aportes a la
criminología
Este italiano, que durante su
carrera publicó veinticinco libros que combinan la ciencia biológica con la
criminología, fue uno de los exponentes más importantes del positivismo
criminológico.
Se trata de una corriente que, en
vez de exponer sanciones para determinado acto lo hace para un delincuente
estudiando sus características, delito y forma de cometerlo, para luego buscar
un castigo jurídico que se ajuste a cada caso.
Lombroso creía que la evolución
humana y la forma en que el hombre fue cambiando, eran las claves para estudiar
los actos criminales y, de cierta forma, evitar que ocurrieran trabajando sobre
el individuo. Sus estudios, lo llevaron a elaborar la llamada “teoría del
criminal nato",” que describe características físicas y biológicas de
aquellos que nacen pre-dispuestos a ser criminales.
Cesare Lombardo murió en 1909 y dejó
un impresionante legado, siendo quizá uno de los criminólogos más influyentes
en las corrientes que buscan encontrar el origen del mal.
La teoría del criminal nato
Una de las enseñanzas y postulados
más importantes de la carrera de Cesare Lombroso, fue buscar aquellas señales
que den con aquellas personas que, ya sea por causas biológicas o errores de la
evolución, están predestinadas a ser criminales.
A esa teoría se le conoce como la
del criminal nato o atávico. Para Lombroso, los criminales natos son un error
evolutivo que se saltó la selección natural y pertenece a etapas primarias del
desarrollo humano.
Esos delincuentes por naturaleza,
según Cesare, presentaban una serie de signos no sólo físicos, sino que también
de moralidad, comportamiento y socialización. Algunas de las características
del llamado criminal nato, son:
·
Asimetrías en el rostro y
cráneo de apariencia irregular, con una frente chata.
·
Sobre desarrollo de la
mandíbula inferior.
·
Orejas grandes y brazos más
largos de los habitual.
·
Mayor fuerza en el lado
izquierdo del cuerpo.
·
Vista aguda.
·
Menor sensibilidad al dolor y
al tacto.
·
Falta de capacidad de
remordimiento, control de impulsos y vergüenza.
·
Tendencia a los vicios como la
bebida, tabaco y drogas.
La teoría del criminal nato fue
evolucionando y Lombardo llegó a crear clasificaciones según el tipo de delito
que tenían mayores posibilidades de cometer. Para él no existía remedio
para el criminal nato adulto y lo mejor era encerrarlos en lo que llamaba
defensa social, ya que se protegía a la sociedad de estas personas peligrosasa.
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